sábado, 6 de abril de 2013

PAISAJES URBANOS:


En las vistas de su amada Murcia, de otras ciudades y pueblos, refleja con gran severidad los edificios que componen su obra, transmitiendo en su entorno, los recuerdos de haber paseado y vivido esos lugares personalmente.



 
 

















































martes, 26 de marzo de 2013

LA CRITICA OPINA:



Pintor nacido en Murcia en 1927, autodidacta.
Tiene muchas exposiciones en su larga carrera artística. Su obra se encuentra repartida por toda la geografía española y algún otro país.
Con un estilo impresionista con ligeros toques realista se le podría definir.
Paisajista en la mayor parte de su obra, aunque trabaja otras composiciones muy interesantes.
Es un espléndido dibujante, cosa que denotan sus obras.
La gama del color la tiene dominada, pero son los azules y verdes los que predominan sus telas, amalgamados muy bien y con un resultado final muy atractivo y de mucha calidad colórica.
Es un artista muy experto en el mundo artístico, sus obras reflejan la pasión que siente por lo natural y sobre él todos los rincones de su tierra con esos cielos y esas aguas tanto marinas como de ríos y charcas.
Su obra se caracteriza por la limpieza y suavidad, y al contemplarla sentimos bien estar y tranquilidad, y hace que sea uno de los pintores dentro del tema del paisaje más admirado por su tierra.
Artista sencillo, pero taxativo, todas sus composiciones tienen un silogismo que atrae, admirando largo tiempo sus trabajos.
Artista en un buen escalafón dentro del pa1marés nacional, pero debe de seguir subiendo por el bien de la pintura.
Exposición de 26 obras, que está siendo muy visitada y con gran acogida por parte del público y prensa.

JOSE LUIS MARCHANTE ARAQUE
Crítico de Arte


A estas alturas, tratar de descubrir a José Pascal sería una auténtica perogrullada. Lleva en el oficio unos veinte años, de los cuales, más de la mitad los ha consumido en conseguir, cada año más, un sitio, un lugar, un espacio entre los pintores que saben hacer las cosas, que cumplen, dignamente, con éxito y superación su trabajo.
José Pascal ha elegido un camino, el del realismo, el de la fidelidad a la forma, el de la expresión veraz y certera de la figura, de las cosas, del mundo que la rodea, de la naturaleza, de la belleza que ésta encierra, de todo lo que el paisaje puede dar de sí, que es mucho, cuando se busca el lugar, la hora, la luz, el clima y el ambiente.
Y esto es, sencillamente, lo que hace Pascal. Salir a la calle, echarse al campo, a la huerta, camino adelante, con la carga noble de sus ideas y sus reflejos, son su sensibilidad cuestas, con el material peso de los útiles de su oficina. Allí donde su retina, camino recto de su espíritu, encuentra un punto interesante, allí mismo planta el trípode y da comienzo a su obra. Por eso, no por otra cosa, es siempre fresca, lozana y viva. Otra cuestión es el retoque final, el detalle minimizado, sin deterioro de la hermosa y armónica construcción del tema.
Los cuadros de Pascal tienen toda la jugosidad del paisaje elegido, no son como en conserva. Guardan el frescor y el aire respirable del tema expresado. Pero, a la vez, tienen todo el soporte, la seriedad, la firmeza y robustez de la obra hecha, permanente, duradera -hablo de la idea- tienen todo el rigor académico y real de un cuadro que vale para ayer, hoy y mañana.
Ya sé que hay otros lenguajes en la pintura. Todos son válidos si son limpios, honestos, sinceros, sin son capaces de decir algo, por poco que sea, al que contempla.
Ya sé, también, que hay gentes que prefieren un medio de expresión determinado, desde la abstracción más absoluta, si ésta existiese, que en ciertas ocasiones se presenta, como el famoso cuadro de Casimir Malevich, "Cuadro blanco sobre fondo blanco», es decir, la tela enmarcada, que es tanto como reducir la pintura a la nada; desde la abstracción al realismo más exaltado, con su reciente versión del hiperrealismo, casi fotográfico.
Pascal se queda en la figura, en el verismo pictórico, pero pone mucho de su parte, además de su saber escoger el tema, su rico colorido, su dibujo bien sostenido y su lenguaje amable, grato y siempre presto a sugerir bellas sensaciones.

CARLOS VALCÁRCEL
Miembro de la Asociación Española de Críticos de Arte


Es evidente la intuición de Pascal para el dibujo y los colores luminosos: facultades que practica en aras de una representación intensamente realista. Y aunque en la técnica se descubren los antecedentes de la autodidaxia, hay soltura y acierto por lo general en el empleo de la materia, con abundancia de empastes, para llegar a la fidelidad del trasunto con efectos de asombrosa exactitud. Centrada la temática en el paisaje, la rectitud de la perspectiva, la justeza del dibujo y la viveza cromática constituyen el andamiaje de la representación con absoluta lealtad a los lugares, los cuales aparecen llevados al lienzo con el primor de la pincelada menuda, pero también con la soltura, en ocasiones, de los oportunos y eficaces arrastres de espátula, dando lugar con ellos a un sorprendente realismo en la interpretación de la serenidad cristalina de los ríos. Así resulta de los cuadros que actualmente expone la galería Nuño de la Rosa.

PEDRO SOLER
Periodista del diario La Verdad

El artista murciano J. Pascal presenta una sugestiva exposición pictórica en la Sala Tiziano de Valencia. Toda ella está dedicada al paisaje, predominando aquellos en los que las aguas, corrientes o encharcadas ofrecen al artista el riesgo, voluntariamente asumido, de poner en juego unos recursos técnicos, con los .que logra bellos efectos luminosos y brillantes.
Pascal practica, con evidente éxito, un impresionismo de ricas texturas y jugoso colorido, graduando con acierto los empastes para una mejor valoración de los planos.

RAFAEL ALFARO
Poeta y periodista
 

En la Sala Municipal de Santa Isabel, expone el pintor murciano Pascal, que ya lo hizo en nuestra ciudad en anteriores ocasiones, y también en la capital del reino.
Esta nueva muestra de Pascal, dentro de su línea figurativa, con inscripción en el impresionismo, nos acerca más a su sentido fiel y leal a la forma, al color y al clima que el motivo arrancado a la naturaleza le ofrece.
Pascal ha ido incorporando, como fruto de su dedicación y trabajo, pero de su estudio inteligente de las cosas, toda una precisión en la pincelada, un preciosismo que le empuja a conseguir, en no pocos cuadros expuestos, obras de museo.
En toda la obra colgada en la Sala Municipal, hay ambiente, aire, atmósfera, consecuencia de lo cual es la limpieza de sus paisajes, el colorido rico y jugoso, la feliz terminación o sucesión de planos, con los lógicos efectos de cercanía y lejanía, dando como una medida de volumen, de tridimensión, a la obra que comentamos.
La exposición está siendo muy visitada y el número de cuadros vendidos habla, con elocuencia, de la feliz acogida que su pintura tiene en nuestra ciudad.

CARLOS VALCARCEL
Miembro de la Asociación Española de Críticos de Arte



 

Pascal presenta una colección de cuadros, en su mayor parte con temas de la provincia de Murcia. Es un pintor muy rápido que con un ligero apunte y mucha imaginación, en la paz de su estudio, plasma en el lienzo los bellos paisajes de la huerta.
Domina con verdadera maestría la pintura con espátula, técnica que encierra muchas dificultades. En la suavidad de sus paisajes ha sabido superar la dureza de contrastes que la pintura con espátula proporciona.

TEODORO GARCIA CAMACHO
Crítico y pintor



En la Sala de Exposiciones de El Corte Inglés, cuelga una nutrida colección de óleos, sobre temas paisajísticos, José Pascal, quien, con su conocido lenguaje y medios expresivos, nos narra preciosos rincones de la huerta en tiempos primaverales o en los del otoño, con sus policromías ricas y jugosas, sus verdes estallantes, en los primeros de estos paisajes, y sus grises finos y transparentes, sus acres desvaídos y lánguidos, en el segundo grupo de paisajes.
Todo lo dice Pascal con su depurada técnica, con su oficio acrisolado y su conocimiento del dibujo. Su pincelada menuda, breve, detallista y limpia, su paleta alimentada de los más puros y vivos colores, que mezcla con equilibrio y mesura, todo este bagaje de conocimientos, junto a esa sensibilidad que le hacen buscar y hallar el paisaje, el rincón huertano, el río, la acequia, el bancal sembrado o recién labrado, con claridad y belleza.
Si hubiera que definir la pintura de Pascal, yo lo haría con una palabra: amable. Porque, tal vez, es este carácter que el propio pintor quiere, conscientemente, para sus cuadros.
La exposición que muestra en la galería Nuño de la Rosa, puede ser un exponente claro de la afirmación. Cierto que para otros, antes que el donde la amabilidad, se impondría el tipismo, «lo nuestro», porque los veintitantos cuadros que expone son otros tantos recuerdos plásticos de paisajes y rincones de nuestra geografía provinciana. Lorca, Jumilla, Albudeite, Cieza..., son localidades de las que Pascal ha entresacado sus paisajes más tradicionales. O, por otra parte, los lugares más cercanos del Malecón, de la huerta, del Segura, sirven asimismo, para que el pintor se recree en su lujuriante mundo de color y luz. Aquí estriba esa amabilidad a que antes me refería, porque las obras son una mezcla dosificada de estos dos componentes artísticos, volcados plenamente en una serie de paisajes reflejados tal y como están. 
Quizá, eso sí, más enriquecidos; quizá contemplados con ojos más de amor de de transfiguración.
No se sale Pascal de unos métodos «clásicos» en su concepción del paisaje. Los lleva hasta el cuadro, como si fueran trozos reales arrancados de su contorno. Y luego los «retoca», enriqueciendo las pérdidas que puedan haber sufrido en el «traslado».

PEDRO SOLER
Periodista del diario La Verdad




José Pascal se desenvuelve en un mundo estético en el que un sentido de lo ordenado, no de lo meticuloso, todo preside. Un mundo de equilibrio en la forma y en el fondo, de mesura en la línea, en el trazo, en la pincelada, exacta, justa; en el color, reflejo, consecuente, de la naturaleza por el observada.
José Pascal busca y halla tema en los espacios abiertos; allí, junto al mar azul de la costa murciana o de la alicantina; en la sierra de tonos violetas, junto a la roca gris o a la peña ennegrecida; al lado del azarbe o de la acequia de aguas plateadas; en la orilla misma del bancal de verdes plantaciones; allí en estos sitios de cita, entre el pintor y la naturaleza, Pascal recoge el motivo de su pintura, el tema de sus cuadros, que luego devuelve con un sello personal, sello que, como decía antes, viene expresado por ese concepto de lo ordenado, de lo justo, de lo exacto, sin llegar al detallismo pueril o exagerado. Pascal deja que cada cosa ocupe su sitio, sin preocuparse, en exceso, de que estas cosas aparezcan tal como son o como suelen presentarlas pintores que desciendan a decidas sin fe de erratas. Su paleta es abierta, jugosa, rica, pero prefiere usar, con mayor frecuencia, unos tonos que se quedan en la parcela de lo severo, tonos verdinegros, verdes oscurecidos, como apretados, como respondiendo a una arboleda recién fumigada, limpia, acaso, por la lluvia descendida durante la noche. 

También nutre, su temática, en motivos urbanos, más bien de aldea o caserío de blancas casas, geométricas, impolutas; o de barrios viejos de la ciudad vetusta, con piedras doradas por los siglos, con ruinas venerables que nos hablan de mundos lejanos en el tiempo. En fin, José Pascal quiere -y consigue- dar testimonio de un mundo que existe, que se halla en el campo, en la montaña y en el mar, en el barrio urbano o en la pequeña localidad campesina o huertana. Es todo un testimonio de que ese mundo, lleno de sugerencias, está ahí, brindando y ofreciendo esa posibilidad que Pascal aprovecha, para decirnos, en su claro y nada enrevesado lenguaje, cuál es su sensación y cómo quiere que sea la del que contempla su pintura, al situarse frente a ella, con el deseo de penetrar en ese mundo estético suyo, real, sí, pero bello y lírico, dos cosas que Pascal conjuga en su creación pictórica de cada día.

CARLOS VALCARCEL
Miembro de la Asociación Española de Críticos de Arte





J. Pascal domina con verdadera maestría la pintura con espátula, técnica que encierra muchas dificultades. En la suavidad de sus paisajes ha sabido superar la dureza de contrastes que la pintura con espátula proporciona. Con frecuencia utiliza el color puro, tal y como sale del tubo, sin mezclar en la paleta, y extendiéndolo con el canto de la espátula, nos da esa sensación de dominio de la técnica y belleza que nos produce la tranquilidad que emana de sus acertados paisajes.

TEODORO GARCIA CAMACHO
Crítico y pintor 

J. Pascal, dentro de ese preciosismo que caracteriza su pintura, con dominio absoluto del dibujo, de la forma con conocimiento y empleo pleno del color, para obtener de él las más correctas respuestas a las interrogantes que se plantea, dentro de ese lenguaje, de esa expresión acorde de los modos académicos, consigue una obra museable, capaz de satisfacer a quienes buscan en la pintura sosiego, paz y recreación contemplativa.

CARLOS VALCARCEL
Miembro de la Asociación Española de Críticos de Arte




Fiel a su estilo, a su concepto ecuánime de la forma y del color, José Pascal acude, un año más, a su cita con la afición murciana, en la Sala de Exposiciones de El Corte Inglés.
Paisajes, en su inmensa mayoría, y dos cuadros de flores, expresan en esta muestra, con su técnica al óleo, cual es el momento del artista, que, como decía antes, sigue fiel, leal, a su modo de ver y decir las cosas, con plena identificación con el objeto observado y narrado, dicho con la frase precisa, para dejar constancia del instante reflejado en la tela o en la tablilla.
Así, resultado de este concienzudo estudio de la naturaleza, de sus frutos y plantas, la flor es fresca, jugosa, lozana, como el árbol está en función del paisaje, con su vida, con su protagonismo a la hora de expresar un otoño, que se palpa en la nube, en la lluvia, en el ambiente perfectamente contado por la frase feliz de este pintor, que hace de las luces algo sensacionalmente bello.

CARLOS VALCARCEL
Miembro de la Asociación Española de Críticos de Arte





He tenido la satisfacción de presentar varias exposiciones del gran pintor murciano José Pascal. Ahora lo ya acreditada Galería de Arte Gala, con una amplia colección de óleos sobre su tema favorito, el paisaje.
José Pascal sabe arrancar, con el mayor cariño y la más fiel realidad, todo el ambiente que rodea al trozo de tierra, a la porción de aguas y vegetales, que traslada del mundo que le rodea y de la parcela que elige como motivo de su pintura, al lienzo o a la tablilla.
Pleno de soluciones impresionistas, con el conocimiento del postimpresionismo, sin llegar al hiperrealismo, Pascal sitúa no solo el quieto paisaje, con sus árboles, sus montes, sus caminos, sus acequias, sus gentes, sus luces y sus colores, bellamente dichos, con pincel manejado con mano maestral alimentando en rica y jugosa paleta.
No, Pascal no se limita a esto, que de pos si es mucho, muchísimo, Pascal mete en su cuadro, en sus cuadros, aire, sol, calor, pulso y vida, en definitiva. La obra de José Pascal, viene a ser como una manifestación plástica de lo que la naturaleza brinda y ofrece al que la contempla, con los ojos del cuerpo y del alma, como una fiel expresión de lo que esta tierra nuestra, que es Murcia, sus montes y sus colinas, sus verdes vegas, sus secas llanuras, sus azules y rizados mares, regala a la vista, a la sensibilidad y al espíritu de los que aman y se recrean ante la sublime belleza de las cosas de este mundo nuestro.
Y todo esto a través de una exquisita elegancia en el sentir y decir de este pintor murciano, que pone, al servicio de la sensibilidad del espectador; la sensibilidad acusada del artista junto a su oficio y bien hacer por el bello y noble lenguaje de la forma y el color.
Todo esto queda, sin duda alguna, bien plasmado y confirmado en la muestra que José Pascal cuelga en la "Galería de Arte Gala".

CARLOS VALCARCEL
de la Asociación Española de Críticos de Arte